Experiencias 05
Muy buenas a todos. Aquí MusashiX 96 con un nuevo artículo compartiendo experiencias que seguramente no le interese a nadie. No es un secreto para nadie el que tengo una fascinación hacia encontrar títulos oscuros en el mundo del retrogaming. Es algo que me ha acompañado por años y que se pudo intensificar una vez que mi portátil pudo ser reparada por el 2015, cuando por fin pude descargar de forma correcta los emuladores. Creo que es tiempo de que cuente cómo es que surgió esa afición, así como todas esas cosas que aprendí de tanto buscar juegos oscuros para el público general.
Creo que podría mencionar dos puntos clave acerca de cómo nació ese interés en buscar más allá de lo famosete. La primera sería allá por el 2004-2005, cuando en la Navidad recibí un reproductor de DVD que venía con mandos del PlayStation original, un disco lleno de juegos del Famicom/NES, y una película animada de La Vuelta al Mundo en 80 Días (Se que esto último no tiene nada que ver, pero pensé que debía mencionarlo). Como se podría esperar, aquel DVD tenía juegos repetidos, solo que 3 o 5 veces para dar la ilusión de que eran 300 juegos. Aparte de los recurrentes como Super Mario Bros., Excitebike, Bomberman, Balloon Fighter, Mega Man, un par de juegos de Disney y demás, también tenía otros como TwinBee, Ninja Jajamaru-kun, un juego de lucha de sumos, un plataformero de puzzles con un moai, y el juego de Los Goonies (Si, conocí Los Goonies mucho antes de que pudiera ver la película recién en el 2019-2020). Efectivamente, habían tanto clásicos como títulos que se quedaron en Japón, e incluso algunos que si llegaron a Occidente pero en su versión japonesa como Adventure Island.
Pasaron algunos años, aquel disco se perdió y ese reproductor se dañó. Llegamos al segundo punto clave, que fue en el 2009 cuando pude comprar un GameCube de segunda mano gracias a un compañero de clases de piano. Lo que interesa de esto es que entre los juegos que vinieron con la consola estaba Super Smash Bros. Melee. Pese a que su copia venía dañada ya que se trababa cada vez que Kirby entraba en combate, pude obtener algunos trofeos. Cuando pude hacerme con una nueva copia ya sin ese detalle, ahí fue donde pude avanzar bastante. El juego estaba casi completo; pero lo que me dio otro chispazo de ese interés fue el recolectar los trofeos y el desbloquear contenido. Por los personajes jugables, pude conocer EarthBound, F-ZERO y Fire Emblem; y por los trofeos, pude conocer Detective Club, Shin Onigashima, Doshin the Giant, Famicom Grand Prix, Custom Robo y algunas otras sagas de Nintendo. También podría mencionar que entre Febrero del 2008 y Febrero del 2010 compraba las revistas de Club Nintendo, pero no creo que fuese clave a pesar de que tenían artículos y menciones hacia este tipo de juegos más desconocidos.
Con mi infancia con ese DVD, los inicios de mi adolescencia con Melee, y las últimas de mi adolescencia e inicios de mi adultez con los emuladores en aquella portátil, fue por las que se desarrolló esa afición por conocer joyas ocultas de lo que se puede considerar como la época retro. A este punto toca hablar de todo lo que he aprendido acerca de este mundillo.
Lo primero de todo es que pueden existir diversos factores por los que un juego pasa desapercibido para la mayoría de jugadores. Una de las más comunes es algo que mencioné en el artículo sobre The Guardian Legend, que muchas veces el timing de salida influye en las ventas de un juego, desde aquellos que llegaron demasiado pronto, pasando por los más tardíos, e incluyendo los que tuvieron la mala suerte de salir en medio de una fuerte competencia. Esto del timing, a su vez, se ve influenciado tanto por los avances tecnológicos que se ven, como por la crítica especializada. Siempre verás juegos que son elogiados pero que fueron pasados por alto ya que hubo otras ofertas por parte de otras compañías, como también juegos que recibieron críticas mixtas al ser sacadas para una consola de la generación anterior a la que se está viviendo su inicio, y a su vez, críticas mixtas porque dirán que no aprovecha las capacidades de X consola nueva. Tengamos en cuenta que en esa época, lo que decían las revistas era ley para los jugadores.
Otro motivo por el que puede producirse este fenómeno de juegos buenos, excelentes o incluso obras maestras incomprendidas es el no lograr cruzar el Pacífico. Está bastante claro que Japón es el país que más fácil podemos ubicar a la hora de hablar de la industria de los videojuegos. No obstante, hay una enorme cantidad de casos en los que los juegos se quedan en el país del Sol Naciente. Esto puede suceder por temas de licencia (Cosa que ocurre principalmente con juegos basados en animes), por bajas ventas, por la creencia de que los jugadores de nuestro lado del mundo son bastante débiles, o simplemente porque los intereses del jugador occidental no podrían aceptar X juego (Algo que sucedía bastante con las novelas visuales en los 80's y 90's).
Teniendo claro que hay casos donde un juego no tiene la suerte de salir de Japón, si X juego no ha sido traducido por algún fan, existen tres niveles de accesibilidad que pueden tener estos juegos sin modificación de idioma:
-El primero es con todos esos juegos que son bastante amigables para los jugadores occidentales, en donde no es necesario saber japonés para poder disfrutarlos, sea por tener muy poco texto o porque este se encuentre fuertemente ilustrado de forma de que entiendas el contexto de lo que ocurra sin tener que leer lo que dice. Acá pueden entrar plataformeros como el Ganbare! Daiku no Gen-san (Un juego parte de la saga de Hammerin' Harry) y Gon (Un juego basado en un manga homónimo, donde carece de diálogos), puzzles como Tetris Battle Gaiden, y puede que también algunos juegos de pelea.
-El segundo nivel es el intermedio, en donde los menús y los diálogos empiezan a ser un poco más problemáticos, pero que tampoco es para tanto. Acá también entran algunos juegos simples pero que en algún punto haya una mecánica que solo tenga sentido en el idioma nipón (Motivo por el que no pude tocar el Waygan Paradise).
-El tercero es para todos esos juegos cuya cantidad de texto es enorme, por lo que solo te queda aprender japonés o esperar a que alguien siquiera lo traduzca al inglés, o incluso cruzar los dedos para que haya un remake oficial que salga por estos lados. En este nivel entran claramente RPGs y novelas visuales.
Pese a esto, ya estamos en la era de la globalización gracias al internet. Si un juego japonés no ha tenido una traducción por parte de fans, solo es cuestión de tiempo para que esta pueda recibirla. Aunque claro, muchas veces el interés de los mismos y/o ciertas mecánicas pueden ser un freno para esto.
Otra cosa que fui aprendiendo en estos años es que muchas veces es difícil hablar de estos títulos debido a que la gran mayoría prefiere escuchar, o de lo más nuevo, o de lo más conocido. Es bastante desafortunado ver que este tema tenga un ratio de interés algo reducido, teniendo la peor parte el que no se trata únicamente de una brecha generacional (Soy del 96, y he visto gente de mi edad o un poco mayor al que le da igual este tema). No obstante e irónicamente, los pocos que se ven fascinados por este nicho llegan a ser muy amigables. ¿Habéis escuchado esa de que la toxicidad de una comunidad es inversamente proporcional al tamaño de la misma? Por experiencia, podría decir que las joyas ocultas de lo retro (E incluso también las modernas) tienen comunidades bastante sanas que te darán una cálida bienvenida y que siempre estarán dispuestos a echarte un cable con las dudas que tengas.
Ahora, ¿A quienes de los que muestran un interés les podría recomendar este mundillo? Diría que hay 3 grupos a los que más les interesa esto.
-El primer grupo es el de los coleccionistas. Aquellas personas que se pueden permitir comprar cartuchos, casettes, disquetes, discos o cualquier otro formato físico en el que venga un juego, es algo que suma bastante a sus respectivas colecciones. A su vez, este sector permite que se de la preservación de juegos, algo que difícilmente se pueda dar en formatos digitales. En un formato físico, mientras este se pueda reparar, el juego siempre estará ahí; mientras que en digital basta con que cierre la tienda para que se pierda para siempre.
-Luego está ese grupo al que pertenezco, el de los emuladores. Al no contar con el dinero para permitirse comprar consolas viejas, se recurre a esta medida. Siempre llega ese punto en el que los títulos más conocidos no te sean suficiente, y creo que sabéis que una vez que sales de la cueva, ya no hay vuelta atrás. Debido a que el formato físico junto a sus respectivos sistemas cada vez se hacen más complicados de obtener, esta vía también es recomendada si tienes planes de comprar una consola mini oficial (En mi caso, colecto para cuando pueda tener un SNES Mini) o de alguna de esas consolas portátiles emuladoras que ves en canales como TuberViejuner.
-El tercer grupo es, a mi parecer, al que más le puede interesar este tema: Los desarrolladores independientes. Está bien hacer tributos a juegos que marcaron tu infancia, ¿Pero cuantos juegos independientes tenemos inspirados en Super Mario, en Sonic, en Mega Man, en Metroid, en The Legend of Zelda, en Pokémon, en Castlevania, en Mother, o (Más recientemente) en Wario Land? La innovación también es importante, por lo que las joyas ocultas también sirven de inspiración para este grupo, tanto por verse adelantadas a su época, por tener alguna mecánica interesante, o simplemente por ser referente de un género de nicho. Para daros una idea, recientemente vi un juego independiente inspirado en los primeros dos juegos de la saga Detective Club, Retro Mystery Club Vol.1: The Ise-Shima Case. Sabemos que la saga de Ayumi ha sido inspiración para otras como Ace Attorney o Danganronpa, pero sorprende ver que un estudio independiente la tomara en cuenta para hacer un título propio, y eso es una muestra de que muchas veces, lo mejor para un desarrollador independiente es evitar el filtro de "Fue parte de mi infancia/juventud", especialmente por la gran libertad que hay en este sector a comparación de una industria AAA dominada por las fórmulas ganadoras.
Ya para terminar, creo que esta eterna búsqueda por títulos que merecían más fama y reconocimiento del que obtuvieron es algo que puede relajar y dar de que hablar. El cómo poder entrar a ese mundo es simple: Existen mogollón de vídeos sobre estos juegos en YouTube tanto por angloparlantes como también por hispanohablantes, así como también páginas especializadas propias o en redes sociales. Ya dependiendo del tema económico, puedes ir a tiendas online o a páginas de ROMs. No obstante, tened cuidado ya que puede llegar el punto en el que sintáis que no podéis exprimir más una consola en particular por haber colectado tantos juegos de la misma. No toméis eso como algo que desanima, sino como una señal de que habéis recorrido un largo camino. Nunca se deja de aprender, y formar parte de este mundillo es una gran prueba de eso. Aunque cada vez me sea más difícil mantener un ritmo en este blog, trataré de seguir dando a conocer esos títulos infravalorados y desconocidos que tenían para triunfar pero que, por diversos motivos, no pudieron.
Bueno, eso ha sido todo. Tras todos esos años, me sentía obligado a contar un poco más de mis vivencias en este sector del retrogaming. Quizás sea la inspiración para otros de entrar y ver que hay enormes catálogos que quieren ser explorados, y del que quizás y solo quizás puedan tener una nueva vida gracias a quien quiera crearle un sucesor espiritual. Hasta la próxima.
Es una lastima que varios juegos japoneses no hayan llegado a estos lares, y hasta el dia de hoy no tienen una oportunidad. Aunque Nintendo está haciendo algo para fomentar estos juegos que se perdieron en el tiempo, o al menos dando a conocer a nuevos sectores.
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